15 noviembre, 2012

Cumbia “villera” off-bailanta: la belleza del muerto


Por Marina Federman, Juan José Méndez y Gretel Müller


En enero de 2008, la banda de reggae y ska Dancing Mood se encontraba frente a su público una noche más en el escenario de Niceto Club, un clásico boliche del barrio de Palermo; la diferencia de esa noche la marcaron quienes telonearon el show: ni más ni menos que Damas Gratis, una de las bandas fundadoras de la cumbia “villera”[1], fenómeno originado a fines del siglo pasado. Una sorpresa para todos los asistentes que se dividieron entre quienes bailaban entusiasmados y los que miraban el show con ojos distantes.
Hoy, cuatro años después, un evento similar ya no genera ese desconcierto. Ni Palermo, ni el público de clase media porteño es ajeno a los recitales de cumbia “villera” característicos de las fiestas La Mágica, El Club de la Cumbia o el Festival Landero, entre otras.

 Explica Beverly Best que “una teoría de la resistencia no puede ser desarrollada (...) sino en relación con un contexto particular e histórico de dominación. Así, las teorías de la práctica opositiva en la cultura popular necesitan ser construidas situacionalmente. (...) La resistencia debe ser teorizada estratégicamente, como algo que puede ser eficaz en una instancia y no en otra”.[2]
Desde la mirada gramsciana, la cultura es un campo de batalla constante. Si leemos a Hall cuando dice que “(...) hay una lucha continua y necesariamente irregular y desigual por parte de la cultura dominante, cuyo propósito es desorganizar y reorganizar constantemente la cultura popular; encerrar y confinar estas definiciones y formas dentro de una gama más compleja de formas dominantes (...)”[3], podemos preguntarnos: ¿cuáles fueron las adaptaciones y reconfiguraciones de las definiciones y formas de la “cumbia villera” que la industria cultural habría generado para dar lugar a la emergencia de nuevos públicos y espacios? ¿De qué manera afectan estos cambios a la cumbia “villera” -un fenómeno originariamente propio de las clases subalternas-? ¿Qué aspectos identitarios se han perdido y qué significados han permanecido o se han creado desde ese primer momento de resistencia hasta hoy? ¿Qué contexto hace posible que Mala Fama[4] se presente este jueves en el teatro ND ateneo junto a Los Labios[5]?
Haciendo un breve recorrido por la historia de la cumbia en Argentina, su origen data de mediados de los años ‘60 con la introducción de conjuntos como Los Wawancó y El Cuarteto Imperial, herederos de la tradicional cumbia colombiana con públicos de clase media y media-alta. A partir de los años ‘80 y en adelante, la música tropical -y la cumbia específicamente- se constituyen como un movimiento esencialmente popular. Con el correr de los años ‘90, la música tropical instalada en la bailanta popular, vivía además una ficción igualitaria: era parte de la agenda televisiva y mediática uniendo a las “estrellas del espectáculo con políticos y artistas bailanteros en un mismo plano. Pero la realidad social indicaba que las profundas diferencias que en la vida real separaban (y enfrentaban) irremediablemente a estos actores, no se resolvían porque todos pudieran bailar al ritmo de ‘Qué tendrá el petiso’[6]. En esta línea, Pablo Semán explica que “en los ’90 se genera un movimiento cultural de acercamiento entre las clases medias y los sectores populares. Hubo sectores que arribaron a la cumbia desde una postura paródica, bizarra[7], como el ejemplo que menciona Malvina Silba de colocar enfrentadas en su mesa de almuerzos a Mirtha Legrand con Lía Crucet y su exuberante cuerpo, generando un efecto discursivo a lo civilización o barbarie, -retomando las palabras de Facundo, el personaje de la novela sarmientina-. Más que apropiación, en este período, se trata de una exhibición paródica, por parte de la industria cultural, del movimiento tropical en los medios masivos.
Consecutivamente, a mediados de la década de los ‘90, son las mismas productoras cumbieras quienes, en un intento de acercar el género a los sectores medios, fabrican industrialmente agrupaciones que alcanzan la masividad como Comanche, Sombras y Volcán, principalmente a través de la estandarización de “rasgos físicos y de vestimenta[8]. Es el mismo Pablo Lescano quien, un año y medio después, definiría a grandes rasgos el escenario de la música popular de ese momento en una entrevista para el diario Clarín: “Iba a ver a Comanche y me golpeaba la cabeza contra la pared (...) ¡Cómo podían ser tan chorros! Un mini-disc, una coreografía y cinco mogólicos que se llevaban toda la torta”.

Es a fines de siglo cuando, simultáneamente a una profunda crisis económica y social en el país, nace el subgénero de la cumbia “villera”, más como quiebre que como continuación de la tradición tropical argentina. Tomamos como su momento fundacional la edición del primer disco de Flor de Piedra, la primera banda de Lescano, en agosto del año 1999.[9] La cumbia “villera” surge como contestataria no sólo por su carácter de clase sino también como respuesta al propio género del que proviene.[10] La particularidad de la cumbia “villera” no reside en la novedad de las temáticas tratadas (el delito menor, el abuso de drogas, el carácter sexista y la rebeldía ante la autoridad ya eran parte desde hace tiempo del discurso rockero) ni de los ritmos que toma (como el hip-hop y el rap norteamericanos), sino en la concentración de todos esos significantes en esas formas musicales y la legitimación de estas prácticas como carácter identitario propio de los habitantes de las villas miseria.[11] Los músicos “villeros” se reconocen en el “espejo que les es ofrecido para contenerlos y exorcizarlos. Se acogen a un estereotipo de excluídos[12] donde lo “villero” posee ese carácter contradictorio: es al mismo tiempo un estigma desde el que se busca un escape a dicha exclusión[13], así como un valor identitario -se porta con cierto orgullo plebeyo[14] la etiqueta “100% negro villero” que reza el tatuaje de Lescano-, resaltando el aspecto positivo a las prácticas mencionadas anteriormente (consumo de drogas, delitos menores, sexismo extremo). En su análisis, Alabarces menciona que los dos aspectos que en la cumbia “villera” se toman como “núcleos de irreverencia” son el ético y el de clase[15]. Son estos núcleos los que quedan vacíos de sentido con la aparición de las actuales fiestas cumbieras autoproclamadas off-bailanta a partir del año 2010[16].

La cumbia siempre estuvo, pero estaba invisibilizada. Y llegó un momento en que fue imposible, porque en el mundo estaba reventando y acá no podíamos ser la excepción. Lo particular ahora es que la clase media también está produciendo cumbia.” explica en una entrevista para Tiempo Argentino un integrante de Todopoderoso Popular Marcial[17].       
Los shows de la fiesta La Mágica consisten en la presentación en vivo de una banda de cumbia “villera” original conjuntamente con una banda de cumbia (más cercana a la tropical tanto por sus ritmos, letras y por la vestimenta utilizada) originaria de clase media y, eventualmente, algún DJ que fusiona cumbia con ritmos electrónicos.[18] El público de la fiesta La Mágica está compuesto esencialmente por jóvenes de clase media y media-alta en su mayoría identificados con estilos musicales denominados indie o alternativos, como lo indica su forma de vestir, su look -cortes de pelo, bigotes, portación de llamativos lentes- y particularmente las remeras que contienen imágenes o títulos de discos o canciones de grupos de rock-pop internacional.[19] Esto coexiste con la vestimenta plebeya que mantienen los grupos de cumbia “villera” en el escenario desde sus orígenes hasta hoy: la gorra y la vestimenta deportiva.
Existen además, otras fiestas en las que se presentan los recientes y numerosos grupos de cumbia originarios de las clases medias y medias-altas tales como El Club de la Cumbia, el Festival Landero y además, la aparición eventual de bandas de cumbia “villera” en Niceto Club, Crobar, El Chaperío, Ciudad Cultural Konex, y diversos espacios porteños tradicionalmente clasemedieros.

Hoy, la ética de la villa ya no es recibida desde las mediaciones provenientes de la territorialidad del barrio sino como una característica propia del género institucionalizado. En cuanto a la identidad “villera”, la tensión inclusión-exclusión pierde vigencia cuando las fronteras entre “los del palo” y “los caretas” se mezclan en el público y en el escenario de las fiestas palermitanas. ¿Qué sector representaría hoy el otro de clase -el careta, el mantenido- para la cumbia “villera”?
Postulamos que en esta coyuntura, la expansión de públicos y de espacios, propicia una “lectura” a través de diferentes mediaciones que generan sentidos nuevos, propios de estas nuevas prácticas asociadas al mundo cumbiero[20]. Lo que es mayormente tomado es la bailabilidad y el concepto de fiesta dionisíaca de los excesos; cuestiones que la clase media idealizó históricamente de la fiesta popular[21]. Además estas fiestas, al situarse en espacios que son propios de la clase media, habilitan la apropiación de lo que en ellas ocurre: bailar, menear, cantar los valores villeros con entusiasmo y “sentirse plebeyo” durante las horas que dura esta jornada.
¿Cómo es que este subgénero, que sufrió inmediatamente la censura por parte del Estado, es ahora reconocido por los Premios Gardel?[22]
Podemos decir que, en este nuevo contexto, alejados en una década de una de las más profundas crisis económicas y sociales de los últimos tiempos, la cumbia “villera” no implica ya un carácter amenazante como movimiento contestatario. Al mismo tiempo, es claro que luego de la mencionada crisis, se re-organizaron los discursos políticos dominantes. El abandono de las políticas y -fundamentalmente- de los discursos ultra neoliberalistas de la década anterior, habilitó un cambio en la concepción de la “diferencia”: desde las clases dominantes, es admitido y políticamente correcto el contacto y, sobre todo, la identificación con ciertos sectores populares[23]. Aquí llegamos a nuestro punto clave: la reconfiguración de la cumbia “villera” en pos de los nuevos públicos y espacios sociales a los que se ha acercado en los últimos tres años la convierte en un muerto cultural, en sentido DeCertauiano. Es en este contexto donde y cuando se produce un acercamiento con las clases medias, que va más allá de la escucha de canciones grabadas en los boliches y fiestas o de la exhibición paródica de los ‘90: se revaloriza la belleza del muerto -como fenómeno neutralizado por la industria cultural-. Asimismo, esta muerte trae consigo el nacimiento de un movimiento cultural que expande el género cumbiero en relación con otros ritmos y contextos del continente[24].
Cabe mencionar, sin pretender hacer un análisis detallado, que entre los oyentes más jóvenes de cumbia y ritmos tropicales hoy en día, existe una marcada preferencia por otros ritmos más cercanos al reggaeton o grupos como Los Wachiturros, quienes no gozan, hasta el momento, de la misma aceptación social generalizada[25] de las ya consagradas bandas de cumbia “villera” de la primera mitad de la década pasada -quienes a su vez no dejaron de ser los estandartes del subgénero para los seguidores del mismo-. Estas bandas no dejan de tocar en vivo en los tradicionales espacios cumbieros (El Fantástico de Once, Pompeya, El Reventón, e incluso Groove -ex Metrópolis-, entre otros); sin embargo, no se produce el fenómeno inverso: las bandas creadas dentro de los ámbitos de clase media no forman parte de estos shows[26]

Como advierte Alabarces, à la Stuart Hall: “a esta altura de la teoría no podemos confundir los mecanismos hegemónicos masificadores y despolitizadores de la industria cultural con un milagroso movimiento de democratización cultural que legitime lo que no puede ser legítimo”. La desconcentración y reorganización masificadora de la cultura popular abarca eventualmente la mayoría de las representaciones de los actores, cuyos espacios les son arrebatados, fagocitados, en pos de este equilibrio ficcional. Si este mecanismo produce que el líder de Mala Fama celebre su show de este jueves junto a los “chicos bien” de Los Labios en el teatro ND Ateneo porque "es el lugar donde tocan los que saben[27]" es porque los discursos de la cumbia “villera” (aquellos que a principios de siglo conformaban un conjunto de prácticas y un carácter identitario propio) se encuentran vacíos de significado. La resistencia de la cumbia “villera” se ha reconfigurado y la posición de subalternidad que antes ocupaba ya no es la misma. La masificación en la industria cultural posee consecuencias y para ello es necesario el análisis de las nuevas formas que adopta. Si decimos que esta resistencia, este aguante, se ha mudado a otros espacios, sólo bastará el grito de horror de algún indie asiduo a La Mágica para indicarnos qué fenómeno cultural ocupa hoy dicha posición de lucha.

Apéndice
Información descriptiva de Los Labios y de su último CD “Luz y Fuerza”:
Una puñalada en el corazón dio origen a Los Labios. Transformando el desamor en melodías, Lulú Jankilevich le pone las letras a una nueva cumbia de autor.
¿Cumbia pop? ¿Pop cumbiero? Lejos de los prejuicios, Los Labios se ha ocupado de contar sus historias románticas, con glamour y sentimiento. Una cantante carismática, una banda con espíritu festivo. Y todo está dispuesto. Luz y Fuerza es el segundo ep de la banda. Seis canciones que mezclan ritmos pegadizos, cumbias voladoras y hermosas canciones que sacan chispas de luz a las pistas y locales bailables. Con la participación de El Chavez en la etapa de producción, Luz y Fuerza es un destello directo al corazón.
Fuente:
http://www.facebook.com/loslabiostropical/info

Información descriptiva de Los Pibes Chorros:
Es uno de los grupos que lideran las preferencias de los fans de Cumbia Villera. Es uno de lo grupos que más presentaciones tiene en Buenos Aires. Las canciones Andrea y El tano pastita causan furor en los bailes y la juventud los canta con fervor, habiendo transformado al grupo en el más pedido de muchas radios de alternativa. Sus canciones con letras sumamente polémicas ya están sonando en el interior de país y en países limítrofes (Paraguay, Uruguay, Chile). Más allá de las polémicas que despiertan sus letras, los jóvenes se sienten identificados con la música de este grupo.

Información descriptiva de la fiesta La Mágica:
TODOS LOS VIERNES EN PALERMO SE BAILA CUMBIA... ¿Decís que no te gusta la cumbia? VENI A LA MAGICA!!!
La Mágica es la fiesta de cumbia que marca un antes y un después en lo que al género se refiere al ser la primer fiesta "off bailanta" en proponer un nuevo vinculo con esta cadenciosa música. Creada por los integrantes de las bandas Fantasma y Los Labios, abarca la cumbia en todas sus dimensiones, donde conviven sus diferentes estilos para crear una noche a puro baile y ritmo.
Bandas clásicas de todas las épocas, bandas en boga, bandas emergentes, mas la especial selección de los DJs hacen que cada fiesta tenga su propia originalidad y distinción, entregando un gran abanico de colores para dejar en claro que la cumbia es un género que no conoce distinción social.
LA MÁGICA, una fiesta de cumbia... ¡no vas a parar de bailar!

Información descriptiva de El Club de la Cumbia:
El Club de la Cumbia es un espacio de encuentro donde emergentes artistas de la cumbia, vinculados tanto a los sonidos folklóricos como a los nuevas tendencias de mezcla y experimentación, se reúnen, aúnan criterios creativos y reinventan el medio cumbiero.
La acción expansiva de la cumbia sobre Latinoamérica, la convierte en un fenómeno socio cultural de gran magnitud y diversidad, tradicional y al mismo tiempo en constante mutación.
Estas dos tendencias convergen en el club de la cumbia que te invita a interactuar con ellas.
Nos transporta en el tiempo y espacio hasta algún baile de club, alguna parranda en una playa caribeña, a un sábado tropical entre otros.

Información descriptiva del show de Mala Fama y Los Labios en el Teatro ND Ateneo:
La Mágica invita:
MALA FAMA - LOS LABIOS // LOS LABIOS - MALA FAMA
15 de noviembre, 20.30 horas / Teatro ND Ateneo, Paraguay 918
En una noche inédita: dos discos de cumbia serán estrenados en una sala tradicional del circuito musical porteño. Mala Fama, grupo referente de la cumbia villera, regresa con todo presentando Lo Peor, y Los Labios, agrupación anfitriona en las noches de La Mágica, presenta Luz y Fuerza. 
Dos mundos se han encontrado, en una aventura singular: llevar dos visiones de la movida tropical actual, a un teatro con tanta historia como es el Teatro ND. "El lugar donde tocan los que saben", según dijo Hernán Coronel, cantante y tecladista de Mala Fama.
Desde que se presentaron en La Mágica, la fiesta porteña, conocida por sus noches de "cumbia de autor", la química empezó a funcionar. Ahora, la mística trasnochada de Mala Fama se combina con la efervescencia de Los Labios, ¡¡¡y se arma baile en el Teatro ND!!!


Fuente: https://www.facebook.com/events/450787578306328 (mismo texto que el incluido en el mailing / gacetilla de prensa del evento)
Bandas que se presentaron hasta el momento en la fiesta La Mágica:
Grupos de cumbia “villera”
Los Gedes
Los Pibes Chorros
El Dipy
Flor de Piedra
Meta Guacha
Mala Fama
Supermerk2
Nestor en bloque
Damas gratis
Yerba brava
Repiola
Fantasma
El traidor

Grupos de cumbia tropical tradicional
Karina
Tambó Tambó
Amar Azul
La Nueva Luna
La Sonora Dinamita
Sombras
Nuevos grupos provenientes de clase media:
Elmayonesa
Los Coholins
Betty Confetti
Fauna
Los Labios
Tita Print
Sonora Marta La Reina
El hijo de la Cumbia
La Delio Valdez
Miss Bolivia
Princesa
Los reyes de la Costa
El chavez
Kumbia queers
C.H.E.L. Cumbia hasta el Lunes
C.C. La Maribel
Orkesta popular San Bomba
Todopoderoso



[1] A lo largo del escrito, nombraremos metodológicamente al subgénero como cumbia “villera” ya que nos permite determinar los rasgos fundacionales de este movimiento que explicaremos posteriormente. Utilizamos las comillas ya que como expresa Alabarces, villero “había sido siempre un insulto a la vez racista y etnocéntrico”. En Alabarces, Pablo y otros. (2008), “Música popular y resistencia: los significados del rock y la cumbia” en Alabarces, Pablo y María G. Rodríguez (comps.): Resistencias y mediaciones. Estudios sobre la cultura popular, Buenos Aires: Paidós
[2] Beverly Best, 1999 p. 24-25. Citado en Alabarces, Pablo y Maria G. Rodríguez, op cit.
[3] Hall S. (1984): “Notas sobre la deconstrucción de lo popular”, en Samuels, R. (ed.): Historia Popular y Teoría Socialista, Barcelona: Crítica.
[4] Banda de cumbia “villera” pionera del género.
[5] Agrupación de música tropical nacida en el año 2009 autoproclamada como cumbia-pop o de autor con integrantes de clase media provenientes de la música pop electrónica y cofundadores de la mencionada fiesta La Mágica. Ver Apéndice para una descripción detallada de la banda y de esta presentación en particular.
[6] Silba, Malvina (2011): “La cumbia en Argentina. Origen social, públicos populares y difusión masiva” en Semán Pablo y Vila Pablo (comps.): Cumbia. Nación, etnia y género en Latinoamérica, Buenos Aires: Gorla y Ediciones del Periodismo y Comunicación (UNLP).
[7] Entrevista a Pablo Semán por Leonardo Castillo, Página/12, 25 de Junio de 2012.
[8] Explica el texto de Malvina Silba (op cit.) que se produjo un desplazamiento desde los músicos de tez oscura, con rasgos provincianos y vestimentas multicolores, hacia jóvenes blancos pelilargos, aspirando a un estilo más asimilable para la clase media.
[9] Damas Gratis, y particularmente su líder Pablo Lescano, constituyen un caso complejo desde su origen musical hasta nuestros días. Pablo, pasó de ser el fundador y exponente más característico del subgénero de la cumbia “villera” a convertirse en un personaje con numerosas participaciones dentro del mundo del rock, del pop, de la electrónica y otros géneros de la música popular. Participó en numerosas entrevistas y programas televisivos tales como “Un encuentro en el estudio” con la conducción de Lalo Mir. En el año 2006, realizó un tratamiento de rehabilitación de drogas de lunes a viernes, sin abandonar los shows en vivo durante los fines de semana. No ahondaremos en el análisis de este fenómeno particular, del que sin embargo a través de los discos: tanto en la musicalidad como en las letras como en las discográficas que los editaron, se transparenta el proceso de cambio de la banda. Es con su último lanzamiento “Esquivando el éxito” (2012) con el que logró el premio Gardel a “Mejor álbum” en la categoría de Música Tropical.
[10] “Yo iba a la tele a tocar con Amar Azul y era el único que tocaba con equipo de gimnasia. Me dije: voy a hacer la mía; si pega, pega y si no, bueno, ésta es la mía, andar con equipo de gimnasia, andar así”. Entrevista a Pablo Lescano, Suplemento Radar, Página/12, 5 de Mayo de 2002.
[11] Explica Pujol que “su elocuencia musical no pertenece al orden de las identidades locales, ni de las nacionales: su identidad es la de los pobres, la de los pibes chorros y la de las damas gratis, estén donde estén” en Pujol, Sergio (2006) “Los caminos de la cumbia” en www.revistatodavia.com.ar.
[12] Martín, Eloísa (2011) “La cumbia villera y el fin de la cultura del trabajo en la Argentina de los ‘90” en Semán, Pablo op cit.
[13] “Se borró Duraznito de la villa / se llevó toda la plata del blindado / esa que nos habíamos afanado / la otra noche en la General Paz / Nos acostó a nosotros sus amigos / nos dejó a todos sin un centavo / ahora tiene un piso en Belgrano / y en un Mercedes se pasea en la ciudad / Miralo a Duraznito viviendo la buena vida / y nosotros que pensábamos que era retardado / ahora está rodeado por las mejores minas / y nosotros los vivos en Devoto encerrados / y sin un mango” > “Duraznito”, Los Pibes Chorros. Arriba Las Manos (2001)
[14] Cabe destacar que el plebeyismo es una condición ya neutralizada en tanto gramática trasclasista desde la llegada del peronismo en Argentina.
[15] Explica Alabarces en Alabarces, Pablo y Maria G. Rodríguez, op cit. que  el sentido de irreverencia ético se marca por los códigos compartidos al interior de los sectores subalternos en relación a las prácticas concernidas a las drogas, el alcohol y el sexo y las formas de vida particulares de este grupo. Por otra parte, el sentido de clase tiene que ver con considerar al otro como otro de clase, ya que la cumbia villera en sus orígenes era ejecutada y consumida mayormente por los sectores populares.
“Ahora nosotros tomamos el control / somos los dueños del pabellón / Estamos cansados de tanta represión / y vamos a tomar esta prisión / (...) A mi no me importa morir / abrime la celda que me quiero ir” > “Los dueños del pabellón”, Damas Gratis. Para Los Pibes (2000)
“Ellos que están arriba tienen todo el poder / Prometen tantas cosas que no van a hacer / Se llenan los bolsillos te dejan sin comer / A todos los vamos a matar” > “A la celda”, Yerba Brava. 100% Villero (2001)
[16] “Off bailanta” es un término creado por los fundadores de la fiesta La Mágica para diferenciarse de los espacios de cumbia característicos de los sectores populares. Ver Apéndice.
[18] Referirse al Apéndice para ver todos los grupos que se presentaron en vivo hasta el momento en las fiestas La Mágica.
[19] En esta nota periodística se observan las fotos de la vestimenta mencionada y la caracterización indie del fenómeno generado por las fiestas La Mágica http://www.malevamag.com/index.php/cumbia-nena-la-magica-cumplio-dos-anos
[20] Malvina Silba (op cit.) explicó que en los inicios en la cumbia “villera” (y en la música tropical) “la gran mayoría de sus ejecutantes como buena parte de los públicos que los consumían (...) eran varones jóvenes, pertenecían a los sectores populares urbanos y habitaban barrios populares o villas miserias”, lo cual garantizaba “el contacto del producto con sus públicos, es decir, la mediación: las y los jóvenes se sentían identificados con las letras ya que las mismas narraban experiencias que la mayoría de ellas/os había vivido o atravesado.” aunque no fuera de modo determinista, ya que se incurriría en la falacia de corresponder a una determinada clase, una determinada cultura.
[21] Como relata el cuento “Las puertas del cielo” de Julio Cortázar.
[22] En el año 2001, el organismo estatal COMFER publica un informe de control: “Pautas de evaluación para los contenidos de la Cumbia Villera” http://www.elortiba.org/pdf/cumbia_villera2.pdf
[23] De hecho, Fantasma participó de un acto partidario del Frente de la Victoria. “Fantasma tocando en el luna park el 20/4 en un acto k cierra cristina,y hacemos nuestra version de la marcha peronista en clave de cumbia.!!Faaa!!”, tomado del facebook de Fantasma http://www.facebook.com/fantasmacumbia)

[24] Referirse a la descripción de “El Club de la Cumbia” incluida en el Apéndice.
[25] Ni siquiera son aceptadas por Pablo Lescano, quien los critica en una entrevista on-line: “PABLO LESCANO critica a los Wachiturros, Culisueltas, Parte discotekas, Simon Gaete, Etc” http://www.youtube.com/watch?v=FGv_Z1tqL2Q
[26] Puede detallarse el listado de las bandas que se presentaron en vivo en El Fantástico de Once en http://www.fantasticodeonce.com/gruposysolistas.htm
[27] Ver apéndice: Mala Fama y Los Labios en el Teatro ND Ateneo.

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